2017-07-31

Comunicado de la Junta Directiva de Osatzen sobre la precariedad de nuestra Atención Primaria


Desde la Junta Directiva de Osatzen queremos manifestar nuestro descontento y preocupación por la situación en la que se encuentra la Atención Primaria (AP) en Euskadi.

Sabemos que somos una sociedad científica y que no debería estar entre nuestras funciones criticar la gestión de la Atención Primaria. Pero a la vez, no podemos permanecer callados mientras vemos lo que está pasando en los Centros de Salud. Porque sin duda, de nuestras condiciones laborales depende que podamos desarrollar toda nuestra área de conocimiento y capacitación y que sigamos avanzando en nuestra formación, docencia e investigación. O que tengamos que abandonar estos campos porque la precariedad nos obligue a dedicarnos en exclusividad a una medicina de campo de batalla.

La falta de cobertura de las ausencias médicas este verano y la fragilidad en que queda el primer nivel asistencial supera lo ocurrido en los años anteriores.

Entendemos que es el resultado del detrimento de la financiación que viene acumulando nuestra AP desde 2013 (según datos del Ministerio en la EGSP, que han analizado en sus blogs espléndidamente tanto Juan Simó como Sergio Minué), que nos lleva a pasar de tener un sustituto por cada uno o dos médicos que se ausentaba a tener uno o ninguno para cubrir 5 ausencias. Esto va a hacer que muchos centros tengan que acortar su horario de atención y su cartera de servicios, y que los médicos de AP y de otros servicios vayan a verse desbordados.

En Osakidetza ha sido también motivo de enfado el cambio de gestión de las citas web. Cambio que se ha planificado sin contar con los facultativos afectados y del que además se informa a los centros de salud una vez iniciado el periodo vacacional, sin tiempo de reacción para evitar que sobrecargue a una parte del colectivo médico.

A pesar de que nos cansamos de oír a nuestros gestores que la AP es prioritaria para el sistema de salud, no lo demuestran. No se puede apostar por una prioridad sin un presupuesto que lo respalde y sin acciones que aseguren su éxito.

Los datos que refleja la EGSP son claros: el esfuerzo que se viene haciendo desde la atención primaria para evitar a los pacientes pruebas y tratamientos innecesarios, y que tiene su repercusión económica en costes directos e indirectos, no revierten en AP sino en los hospitales.

El esfuerzo que se hace desde la AP por formar médicos de familia tampoco repercute en los centros de salud. Se van a servicios donde les ofrecen unos contratos más largos y estables (urgencias, UTE, privadas, extranjero…)

Compartimos el cansancio de los médicos de familia por el esfuerzo que supone mantener unos servicios de calidad y que esta precariedad no afecte a la salud de la población. Entendemos que está llegando el momento en que sólo con nuestro esfuerzo y motivación no va a ser posible compensar la situación en la que nos vemos inmersos. Pedimos que se tomen las medidas necesarias para resolver esta situación y colocar a la AP en su sitio: una atención continuada, integral y longitudinal que pueda mantenerse 12 meses al año para poder ser realmente el eje del sistema.

Y a la población le pedimos paciencia porque en la precariedad que nos encontramos, y a pesar de nuestros esfuerzos, la atención hasta mediados de septiembre no va a poder ser la que se viene dando y nos gustaría poder mantener.

1 comentario:

  1. Me parece interesante el comentario de final del articulo de Juan Simó, por lo que lo reproduzco para que sea mas accesible :
    COMENTARIO
    Las figuras dan para escribir un pequeño resumen de lo ocurrido en cada CCAA pero no lo voy a hacer. Los lectores obtendrán sus propias conclusiones. Sólo destacar que Canarias se ha revelado como la única CCAA que ha sabido mantener durante todo el periodo, y especialmente durante los peores años de crisis, un trato presupuestario igualitario a ambos niveles asistenciales. Por supuesto, no es la única CCAA que ha protegido la APS de la tendencia general a reducirle el presupuesto más que a la AES. Por ejemplo, Galicia y País Vasco también lo hicieron durante los primeros años del periodo estudiado pero a partir de 2012 (Galicia) y de 2013 (País Vasco) empezaron a financiar más la AES que la APS. Canarias, además del mantener la igualdad de trato presupuestario en ambos niveles durante todo el periodo, ha privilegiado un poco más el gasto de personal en APS que en AES, especialmente durante la segunda parte del periodo. Y que nadie me interprete mal, el mérito de Canarias no está en gastar más en APS que las demás (que no lo hace) sino en mantener un incremento presupuestario prácticamente idéntico en ambos niveles asistenciales a lo largo de todo el periodo 2002-2015. Eso no lo ha hecho ninguna otra CCAA. La cuestión es que si todas las CCAA hubieran hecho lo mismo que Canarias la atención primaria no hubiera empeorado presupuestariamente respecto de la especializada desde 2002 en adelante y no estaría hoy donde está: en la UCI.

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